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Señor Don Leopoldo Torres Balbás

Quizás os llame la atención el título de este mes por la reiteración de Señor Don... No puedo más que hacer una gran reverencia ante: Don Leopoldo Arquitecto, Arqueólogo e Historiador del Arte, insigne maestro que será para las generaciones futuras de arquitectos restauradores e historiadores un modelo en la forma de hacer restauración.

Detallaré en este artículo la personalidad de Torres Balbás y cómo se convirtió en una figura fundamental dentro del Patrimonio cultural español.

Don Leopoldo nace en Madrid en mayo de 1888, cursó los estudios de arquitectura entre 1910 y 1916. Un hecho destacado en estos años es su participación en la Fundación de Giner de los Ríos en el año 1915, que lo unirá desde ese mismo instante con el pensamiento de la Institución Libre de Enseñanza.

La Teoría Conservacionista de Torres Balbás

Preocupado por la penosa restauración que se estaba realizando en España, siguiendo las teorías decimonónicas de Viollet-le-Duc, opta por la postura “Conservacionista”, basándose en el conocimiento comparado, partiendo de las realidades aun vivas se podía interpretar las incógnitas que la arqueología planteaba. Sus teorías, que más tarde pondría en práctica sobre todo en la Alhambra de Granada buscaban hacer comprensible los edificios en su contexto histórico. Lo muy arruinado debía ser reconstruido, pero sin ningún añadido inventado ni imaginado por el arquitecto restaurador, rechaza la unidad de estilo: en un edificio existen múltiples etapas de construcción y hay que respetar cada una de ellas, defendiendo la mínima intervención. Todo su trabajo y sus investigaciones chocaban con el movimiento restaurador que en esos años se llevaba a cabo en España, defendían la destrucción de partes del edificio para reinventar elementos que dieran unidad de estilo, cosa que Torres Balbás rechazaba por completo. Este fue todo su compromiso y con ello consiguió que las generaciones posteriores veamos sus obras con profundo respeto y admiración.

La Alhambra de Granada

En 1923 se produce un giro importante en su vida al ser nombrado Arquitecto Conservador de la Alhambra de Granada, desempeñará este cargo hasta 1936. En 1927 escribe “La alhambra y su conservación”, artículo que marcará toda su teoría y trabajos posteriores. Realiza un análisis pormenorizado de los cambios que la Alhambra sufrió a través del tiempo como edificio vivo y plantea sus ideas de “conservación y respeto a la obra antigua”. Su labor en la Alhambra puede ser considerada la más destacada en la etapa moderna, desde el siglo XIX a nuestros días.

Cuando toma el cargo se encuentra una Alhambra con algunas partes totalmente arruinadas, lo que hará que marquen sus prioridades. En un principio se centra en los Jardines del Partal: el pórtico se encontraba totalmente cegado y dividido en dos viviendas desde el siglo XIX.

Partal, Alhambra

Su trabajo en la colina de la Sabika fue global, asegurando y restaurando todos los sectores. En los Palacios Nazaríes restauró todos los patios y sus estancias, será la mayor prueba de reparación y conocimiento del arte musulmán granadino. Realizó un minucioso trabajo de campo aceptando los antecedentes hispanos, orientales y magrebíes.

Palacios Nazaríes

El Palacio de Carlos V es uno de los sectores que le ocuparon más tiempo. Torres Balbás se enfrenta al palacio inacabado, es decir se habían construido las fachadas, los arranques de algunos muros interiores, las dos galerías del patio, solo cubierta la galería inferior con la bóveda de medio cañón anular. La planta alta será la que más atención reciba pues había que terminar el palacio que había quedado vacío desde el siglo XVIII.

El objetivo principal es finalizar la construcción interior del palacio para instalar el Museo Árabe, la Biblioteca y el Archivo. Torres Balbás no concluye los salones bajos que serán construidos por Francisco Prieto Moreno en los años sesenta para las instalaciones del Patronato de la Alhambra.

Palacios de Carlos V

Destitución como Arquitecto Conservador de la Alhambra de Granada

Leopoldo Torres Balbás será destituido de su cargo como Arquitecto Conservador de la Alhambra de Granada, cuando se produce el alzamiento Nacional contra el poder establecido de la II República en julio de 1936. A partir de este momento se nombran militares en todos los puestos relevantes y se organiza toda la vida ciudadana. Se desaprovechó toda la capacidad técnica de Torres Balbás, pero a partir de este momento se dedicará a la actividad pedagógica e investigadora. Entre los años 1935 y 1955 colaborará con Juan Temboury en las obras de recuperación de la Alcazaba de Málaga.

Alcazaba de Málaga

Podemos afirmar que los trece años de trabajos de Don Leopoldo Torres Balbás en la Alhambra fueron los de mayor actividad en la conservación y consolidación del monumento nazarí, la Alhambra actual debe su existencia a este genio de la arquitectura y de la Historia del Arte. Como afirma Carlos Vílchez Vílchez: “Don Leopoldo Torres Balbás vive para siempre con nosotros entre los muros de su Alhambra”.

Por Carmen Vaquero, Licenciada en Historia del Arte, Intérprete del Patrimonio.