• Audioguías culturales:
  • Monumentos, Museos, Itinerarios Culturales, ...
Logo Destino Arte, Audioguías culturales
Evolución de la ciudad hasta la Edad Media

Ciudades del Imperio Romano.

La evolución de la ciudad hasta la Edad Media fue en gran medida a partir de las ciudades romanas.

La Ciudad de Roma fue fundada en el año 751 a. C.; hasta esa fecha los romanos sólo habían sido aldeanos. El Imperio Romano fue una gran empresa de construcción de ciudades, dejando su huella en todo el arco Mediterráneo.

En todas las ciudades levantadas por los romanos la muralla era un elemento indispensable, construyendo así el modelo de campamento provisional con dos calles principales: el cardo de norte a sur y el decumano de este a oeste. Estas dos calles dejaban en su centro el Foro, que era el lugar de las reliquias sagradas y centro religioso, político, jurídico y económico.

El gran desarrollo de las ciudades romanas tienen un retroceso en torno al siglo III cuando comienzan las invasiones bárbaras. Roma es el ejemplo de la degradación de la ciudad que desaparece lentamente.

Roma Roma

Foro Romano

El principal problema de las ciudades romanas era que estas se crearon haciéndolas dependientes del estado central. Estas ciudades contribuían a todos los privilegios que Roma demandaba, es decir, aportaban todo lo que Roma necesitaba; pero comprometiéndolas, porque si Roma se desmoronaba todas estas ciudades se debilitaban sin poder mantenerse por sí mismas, ya que, Roma nunca consiguió que fueran autónomas.

Roma se convirtió, respecto a estas ciudades, en un modelo de expansión sin control y explotación en el que las ciudades fueron desapareciendo al mismo tiempo que caía la presión del Imperio Romano.

Retroceso urbano de los siglos III al IX

La constante amenaza de los pueblos bárbaros del este europeo, que buscaban provocar terror y pánico con sus matanzas, pillajes y captura de esclavos, provocó la huida de las poblaciones de las antiguas ciudades romanas a zonas más protegidas y fortificadas

La agonía de las ciudades romanas fue un proceso lento, siendo un cúmulo de resistencia, retroceso y reconstrucción que duró varios siglos.

El mediterráneo europeo fue la zona más romanizada y por tanto es el área que sufre una mayor alteración del mundo urbano. Se producen numerosas ruinas hasta la destrucción total o parcial seguida de una reconstrucción y repoblación posterior. La desaparición de la vida urbana fue mayor en ciudades que estaban situadas cerca de las vías de comunicación romanas que habían perdido importancia.

Durante los siglos III al IX, las ciudades quedaron reducidas a la mitad de lo que habían sido en el Imperio Romano, al quedar expuestas a invasores de los que ya no podían protegerse. Las antiguas vías que antes servían de comunicación y riqueza solo facilitaban el acceso de los invasores bárbaros. Los edificios antiguos fueron saqueados, quedando menos personas en las ciudades y las antiguas poblaciones dejaron de funcionar como centros de producción y comercio.

Monasterio y Ciudad

Después de la caída del Imperio Romano, la única asociación poderosa y universal era la Iglesia. La religión cristiana, especialmente urbana, mantiene la continuidad de las ciudades romanas.

Los monasterios son en realidad ciudades en miniatura, es decir, un conjunto de personas que no solo compartían las mismas ideas, sino que vivían juntas. Fue en los monasterios donde los elementos esenciales -plaza, iglesia, mercado- de la ciudad quedaron determinados, donde se mantuvieron vivos, trasmitiéndose con posterioridad a las ciudades medievales.

Uclés Blog

Vista de Uclés - Cuenca

De los siglo VI al XI las ciudades comienzan a resurgir paulatinamente, pero siguen intercalándose periodos de luces y sombras.

En los siglos VIII y IX la violencia se acrecienta con las invasiones sarracenas y vikingas, provocando que la población se traslade a la ciudad buscando seguridad.

El monasterio es el espacio donde se desarrollan la cultura y el arte. El arte románico se extiende en los conventos de la orden del Cluny en el siglo X y en la orden del Cister en el siglo XI, es decir, las órdenes monásticas encabezaron todo el desarrollo urbano.

Ciudades medievales de los siglos XI y XII

Los habitantes de los siglos XI y XII eran conocedores de que estaban creando un espacio colectivo nuevo, que tenían elementos diferentes recogiendo población venida de las aldeas rurales.

Las ciudades del siglo XII comienzan a delimitarse con murallas defensivas, diferenciando claramente la ciudad del campo.

La necesidad llevó al redescubrimiento y aprovechamiento de las antiguas murallas de las ciudades romanas como protección urbana, consiguiendo fortificarse contra los bárbaros. El recinto amurallado no solo dio protección contra las invasiones, también dio seguridad y sensación de unidad de grupo a la población.

Lugo Blog

Vista de la ciudad de Lugo - Galicia

La población consideraba la ciudad como un espacio de seguridad y calma, ya que la vida en el campo dejó de ser atractiva.

Un ejemplo de espacio fortificado es el grupo de edificios públicos de la Plaza de Miracoli de Pisa; siendo la reconstrucción de un legado que debido a su destrucción Pisa había perdido, pero mantenía en su recuerdo.

El resurgir del comercio en el siglo XI no es causa de la creación de las nuevas ciudades, sino la consecuencia de la nueva sensación de seguridad que la ciudad amurallada aportaba. La plaza del mercado de estas ciudades medievales son muy diferentes del foro romano por su función y características, pero sería ilógico pensar que está totalmente desvinculado de ese espacio central de las ciudades del Imperio Romano.

El espacio del mercado local prospera porque la agricultura de su entorno también se desarrolla. La ciudad debía tener un medio rural de calidad, ya que la población urbana es dependiente de los productos agrícolas.

La ciudad medieval progresa gracias a un conjunto de grupos sociales diversos, siendo principalmente productores. El individuo para poder vivir dentro de las murallas debía pertenecer a una asociación llamada gremio. En Florencia en torno a 1155 se creó el gremio de Calimala, que eran los comerciantes de la lana, donde estaban reunidos los maestros de las telas de lana para regular su producción, fijar las normas de calidad artesanal y establecer las condiciones de venta. Este gremio pagó la construcción de la Catedral o Duomo de Florencia.

Ciudad medieval del siglo XIII

En el siglo XIII ya está fijada la estructura principal de la ciudad medieval, lo que vino después fue un perfeccionamiento. Por lo general, el plano de la ciudad medieval era irregular porque era más fácil de defender, vemos tres tipos fundamentales:

- Ciudades que perduraron desde el Imperio Romano, donde se conservaron el plano rectangular de las manzanas de casas modificando el centro.

- Otras ciudades crecieron a partir de una aldea al pie de un monasterio o un castillo, en este caso se ajustaban a la topografía.

Jaén Blog

Castillo de Santa Catalina - Jaén

-También se crearon ciudades totalmente nuevas con una estructura de damero con una plaza central reservada para el mercado local.

En este siglo la producción llega a su especialización, el artesano se centra en su labor y deja de lado el trabajo en el campo. Ahora la economía satisface las necesidades de la ciudad, convirtiéndose en centro de intercambio de los productos que en ella se producen.

A partir del siglo XIII se configuran ciudades mejor estructuradas, conservándose la segmentación según la clase social y por oficio; así actualmente podemos ver en algunas de nuestras ciudades la calle de los tintoreros, los tejedores, los herreros, …

Las plazas siguieron el modelo romano donde la ciudad concentraba la vida colectiva de los ciudadanos. El mercado se sitúa en la plaza más céntrica de la ciudad para que sea accesible a todas las parroquias.

Si hay un edificio clave en la estructura central de la ciudad medieval es la catedral, como por ejemplo las Catedrales de Salamanca. Hay que verlas como centro “comunal” y no algo tan sagrado como en la actualidad. También hay que tener presente que en la ciudad medieval la catedral no tenía un espacio vacío que la rodeara. La esencia de la ciudad medieval entorno a estos edificios era la sorpresa, es decir, el súbito encuentro al salir de calles estrechas y observar los detalles escultóricos de cerca.

Durante los siglos XIII y XIV se produce un gran crecimiento demográfico que conlleva un repoblamiento y con ello la creación de nuevas ciudades.

Por Carmen Vaquero. Licenciada en Historia del Arte, Intérprete del Patrimonio.