• Audioguías culturales:
  • Monumentos, Museos, Itinerarios Culturales, ...
Logo Destino Arte, Audioguías culturales
Escenarios en la Pintura de los siglos XIII al XV

Los Fondos en la Pintura Gótica.

En la pintura de los siglos XIII al XV, el oro define la relación espiritual entre Dios y el hombre; establece una dependencia entre las figuras y el fondo, creando una relación entre espacio y luz.

En el Gótico, el retablo se independiza del muro, sosteniendo la imagen del relato; actúa como escenario de un mundo independiente, es decir, con sus propias reglas. La pintura crea figuras de contornos perfectos, formas puras y sin contrastes de color. En los fondos se introduce un elemento esencial, el oro, material que representa lo divino y el cielo; no hay nada más en estos fondos de las pinturas góticas, solo luz.

El oro como un elemento primordial de las obras góticas.

El fondo dorado que envuelve a los personajes actúa como plano de luz; este elemento aporta un significado esencial en las obras.

El oro no es un color, es un metal noble que irradia luz desde el fondo hacia el exterior, la luz invade la escena desde cualquier punto de vista en el que nos situemos y es el símbolo de lo divino. Este significado divino se explica con las palabras de San Juan “Yo Soy la luz del mundo”.

El Arte Gótico consiguió con el oro situar a Dios en la obra pictórica como símbolo de luz divina, concepto que se pierde como significado simbólico a través del tiempo; en estas obras, vistas hoy como espectador del siglo XXI, el oro solo representa un elemento más de belleza y enmarca la obra otorgándole un espacio en el que las figuras quedan resaltadas sobre el oro.

Wilton diptico blog

Díptico de Wilton. Pintor anónimo de 1395 - Imagen: Dominio público

En algunos casos, el oro no forma parte del contenido religioso de manera decorativa y simbólica, sino que se utiliza en los ropajes, armas, joyas y en las aureolas de algunos santos. Incluso en algunos casos se ha recubierto de oro la arquitectura del retablo.

Esta utilización del oro quiere demostrar la riqueza de la obra por encima de los detalles simbólicos, esto nos puede llevar a interpretaciones erróneas y alejarnos de la intención que se ha señalado anteriormente. Pero podemos ver, como espectadores de este siglo, en qué lugar de la obra se colocó este oro y qué intención buscaba, por ejemplo: diferenciar claramente el oro de los fondos del oro de los ropajes.

A finales de la Edad Media aparece una nueva mentalidad, una visión más positiva del ser humano y del mundo que le rodea. Las escenas religiosas se renovaron vistiendo a los personajes según la moda de la época.

En los fondos se intercalan elementos de la vida cotidiana permaneciendo una buena parte de este fondo cubierto todavía con oro, incluso se decoran estos fondos con nubes y el resto del cielo sigue siendo dorado, es decir, en estas obras sigue estando la presencia de la luz divina.

Siguen predominando los fondos neutros o las formas geométricas. Cuando el mensaje necesitaba algún elemento para la comprensión de la obra se intentaba ubicar la escena en un espacio ficticio y se recurría a colocar en el lateral alguna arquitectura imaginaria, por ejemplo: una fortificación o perfiles simples de una ciudad.

Los decorados en la Pintura del Quattrocento

En la pintura del siglo XIV, los decorados y los personajes ganan teatralidad y además se sigue dorando los fondos según el interés del benefactor.

A medida que avanza el sigo XIV, en el fondo de las obras aparecen paisajes de rocas geométricas y decorados que intentan interpretar lo más fehacientemente posible los textos bíblicos.

Tendremos que esperar en torno a 1440 para descubrir un verdadero interés por representar escenas y paisajes con cierta intención tridimensional en la que las figuras se mueven, y aparecen verdaderas calles pintadas con perspectiva.

Fra angelico Blog

Fra Angelico - La historia de San Nicolás 1437 - Retablo Perugia - Imagen: Dominio público

A lo largo del Quattrocento tanto en Flandes como en el área toscana, los maestros inventarán decorados que se extenderán por Europa a través de sus discípulos, que recogerán estas enseñanzas y las introducirán en los reinos de León y de Castilla.

Los decorados de los fondos ganan en detallismo y credibilidad, jugando un papel fundamental en la comprensión de la obra, en un momento en que las ciudades ganan importancia y el mundo rural queda fuera de las murallas con una significativa división de los espacios.

Las calles y los espacios exteriores van conquistando un protagonismo dentro de las pinturas. De hecho, en esta época la calle no es sólo un lugar de paso también es un espacio de convivencia: se vendían los productos, se hacían transacciones comerciales, se divertían y se realizaban los principales eventos públicos como importantes actos religiosos.

Cuando los pintores comienzan a reproducir las escenas callejeras, lo hacen para que lo comprenda el público en general. Es interesante destacar que el crear calles vivas y conocidas hace de estos decorados pictóricos un documento histórico de la ciudad que se pinta.

En un principio se utilizan tres tipos de representaciones diferentes:

- Primero: Ciudad moral donde representan una ciudad cualquiera haciéndonos creer que es la Jerusalén de la Pasión de Cristo.

- Segundo: Ciudad real donde en los primeros años va apareciendo una ciudad que funciona entorno a la catedral, con fondos de pináculos que se alargan al cielo; mientras que el hombre del renacimiento va tomando conciencia de su persona traslada el protagonismo a los edificios civiles, encabezado por el palacio y recorriendo distintos puntos no eclesiásticos de la ciudad.

- Tercero: Ciudad ilusoria donde aparecen en los fondos de las pinturas las arquitecturas inventadas y la perspectiva ficticia. En estas ciudades inventadas los personajes se visten con ropajes de la época para acercar más aún las historias bíblicas al espectador. Pintan los escenarios con edificios de las ciudades que conocen como Florencia, Brujas, Toledo, …

Otro aspecto a destacar es el movimiento en las escenas, el encuentro entre los personajes. Vemos que la ambientación del decorado se crea en función del argumento; el espacio urbano añade significados que ayudan a comprender dónde sucedió la acción.

Retablo de la Catedral Vieja de Salamanca

Todos estos elementos los encontramos en los fondos del decorado de las cincuenta y tres tablas del Retablo de la Catedral Vieja de Salamanca de 1442 a 1445. Los autores del retablo son los hermanos Dello, Nicolás y Sansón Delli.

El retablo marca el final del Gótico e incorpora elementos del primer Renacimiento, como es la perspectiva que se puede ver en la utilización del pavimento de las calles, creando profundidad en algunas de las tablas. En este retablo, el autor buscó en todo momento representar el espacio tridimensional, destacando la perspectiva. A veces parece que las escenas son un simple pretexto para incorporar el espacio urbano, como ocurre en la tabla del encuentro entre la Virgen y su prima santa Isabel.

Retablo Catedral Vieja Blog

La Visitación - Retablo Catedral Vieja Salamanca

Las arquitecturas encuadran las distintas escenas, los elementos anecdóticos de la vida diaria en la ciudad de Florencia se recoge en estas tablas, incorporando elementos significativos que nos acercan a los hechos sagrados dándonos un aspecto laico.

Otro detalle que nos puede llamar la atención en los decorados de estas 53 tablas, es el color rosa de los distintos edificios que conforman muchas de las escenas, esta es una característica que los hermanos Delli traen de Italia, como influencia de la escuela florentina, que elegían la gama de colores rosados y grises para crear armonía en función de lo que interesaba en cada escena, más que seguir modelos reales.

El Retablo de la Catedral Vieja de Salamanca es un trocito de la ciudad Toscana trasladada a la ciudad del Tormes. El espectador de la época podía asociar las escenas de las distintas tablas a la Jerusalén Bíblica, esa ciudad cercana de balcones abiertos, terrazas habitadas, calles adoquinadas que haría que los fieles se trasladaran a la ciudad de la Pasión de Cristo.

Por Carmen Vaquero, Licenciada en Historia del Arte, Intérprete del Patrimonio.