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El Arte Neoclásico

Características del Arte Neoclásico.

El arte es producto de su tiempo; y el siglo XVIII es un siglo convulso debido a la Revolución Francesa de 1789; en este siglo se solapan estilos diferentes como el Rococó, el Neoclasicismo y el Romanticismo, y en muchos lugares pervive también un cierto Barroco. Pero es, sin duda, el arte Neoclásico el estilo que recoge muchas de las quejas del siglo: se mira al pasado grecorromano como modelo para sus creaciones.

Las nuevas teorías neoclásicas buscan en el arte de los griegos los elementos que confirmen y refuercen sus planteamientos. Al arte Neoclásico le interesa tanto la Antigüedad que la considera la perfección absoluta.

Un elemento que caracterizó al arte Neoclásico fue su crítica al arte Barroco. Se cuestionaron las desproporciones y el desarrollo de un arte basado solo en la imaginación. Los teóricos del Neoclasicismo censuran los excesos del arte Barroco, alejados de la perfección y el equilibrio.

A mediados del siglo XVIII se descubrieron las ruinas de Pompeya y Herculano; comienzan las primeras excavaciones arqueológicas con metodología, organizándose viajes a estos nuevos destinos italianos.

El alemán Johann Joachim Winckelmann (1717-1768), uno de los estudiosos del arte clásico, visitó las ruinas. Dedicado al estudio del arte de la Antigüedad, se estableció en Roma; el cardenal Albani le nombra bibliotecario y conservador de las colecciones de antigüedades griegas y romanas del Vaticano. En 1766 publicó “Historia del Arte en la Antigüedad”, instauró la disciplina de Historia del Arte; introdujo el estudio formal, figurativo e histórico de las obras de arte y concretó la esencia misma del arte en los cambios de Estilo; además marcó la construcción de la nueva disciplina, creando un sistema de análisis a partir del cual determinó las características de un estilo en concreto y estableció los principios estéticos que lo regían.

Winckelmann se remite al arte griego, definiéndolo en sus escritos como la idea superior de belleza; por lo tanto intentará combatir las manifestaciones artísticas del Barroco y el Rococó, ya que, le interesa el arte griego como modelo de perfección absoluta, con el objeto de ser imitado formal y moralmente.

Cibeles Neoclásico Blog

Ventura Rodríguez - Fuente de Cibeles 1777 - 1782

El Neoclasicismo no se impone bruscamente, es decir, las raíces del neoclasicismo entran en el espacio del Barroco y el Rococó, incluso se entremezclan entre los años treinta del siglo XVIII. Con el Neoclasicismo entramos en los tiempos actuales. La nueva burguesía critica la exuberancia y los excesos del arte inmediatamente precedente. Hay en el fondo una actitud erudita, el conocimiento de las culturas griega y romana viene del saber.

El Barroco había deformado la esencia del arte clásico; como resultado la nueva sociedad dominada por el culto a la razón quería recuperar la pureza y simplicidad clásica, sin embargo, ese intento por imitar el arte de siglos atrás en una sociedad que no era aquella, terminó por crear un arte frío que duró solo unos años.

Roma ciudad Neoclásica

El arte Neoclásico surgió en Roma entre 1750 y 1780, avivado por los descubrimientos de Pompeya y Herculano; llega rápidamente a Francia por el intercambio de pintores y escultores de la Academia de Francia en Roma. La ciudad de Roma recoge los principios de Winckelmann que defiende la vuelta a los valores de virtud y sencillez de la Antigüedad.

A principios del siglo XVIII, con el papa Clemente XII se abre en Roma uno de los periodos de más esplendor de todo el siglo; todavía estamos en ese periodo del siglo en el que las raíces del Neoclasicismo se mezclan con el Barroco. Clemente XII convoca un concurso en 1732 para encontrar un arquitecto que termine la Fontana de Trevi, una de las plazas más significativas de Roma. Nicola Salvi gana el concurso con un proyecto que intenta corregir los excesos del Barroco y propone la severidad y orden del arte antiguo.

Trevi Roma Blog

Nicola Salvi - Fontana de Trevi 1762

No obstante, la Fontana de Trevi nos puede parecer una obra fuera de su tiempo, pero como ya especificamos en el primer párrafo “El arte es producto de su tiempo” y la obra de Salvi se encuadra en ese periodo del siglo en el que la obra del arte Neoclásico se entrelaza con el arte Barroco.

La Fontana de Trevi de Salvi se mantiene ligada al arte Barroco en la relación que se establece entre arquitectura y naturaleza; las rocas y el agua sobre las que se eleva la fachada del palacio ejecutan una pantalla artificial. Sin embargo, Salvi recoge ideas de Bernini al relacionar esta fuente con el palacio; aunque Salvi añade el arco central relacionado con el Arco de Constantino de los Foros, elemento distintivo de la arquitectura clásica.

El arte primitivo es consciente de que el desarrollo de sus obras es plano, siempre hay un punto de vista principal, el frontal. En cambio, en el arte Barroco la profundidad está unida a un punto de vista en distintos planos, es decir, sin destacar uno como principal.

Un ejemplo lo vemos en la Fontana de Trevi que recoge parámetros barrocos transformándolos. Lo que nos presenta es una pared, tan alta como una casa y una fuente muy baja delante. Que la pila de descarga sea curva es el primer motivo que se desvía de la distribución del arte clásico primitivo; pero lo fundamental reside en que desde el centro de la pared las distintas formas avanzan con el agua en todas direcciones, creando un orden en el conjunto. El Neptuno del nicho central se ha liberado por completo del plano y forma parte del torrente. Los hipocampos -caballos alados- aparecen en múltiples perspectivas y movimientos, es decir, en ángulos diferentes. No es posible pensar que haya un punto de vista principal desde ningún sitio. Cada aspecto es una totalidad y nos incita a cambiar constantemente de punto de mira.

En lo infinito radica la belleza de la composición.

Por Carmen Vaquero, Licenciada en Historia del Arte, Intérprete del Patrimonio.